La acogida monástica es un aspecto importante de la vida del monasterio. Ya san Benito, en el siglo VI, decía que «los huéspedes nunca faltan en el monasterio» (RB 53:16) y que «todos losque se presentan deben ser acogidos como Cristo» (RB 53:1).
Esta vieja tradición que el monje tenga siempre el corazón, la puerta abierta a aquellos hermanos que llamen, en Vallbona se ha observado siempre, aun en las épocas en que la clausura era más severa, la acogida ha sido a lo largo de los tiempos algo muy querido por la comunidad.
Actualmente las monjas cuidan de una hospedería donde tanto jóvenes y chicas, estudiantes, religiosos, y matrimonios, como toda persona que desee pasar unos días de oración, de reflexión y de tranquilidad, descubrirá un clima adecuado para encontrarse consigo mismos y con Dios.
El ambiente es sencillo y austero, con comidas en común y cocina casera hecha con productos del huerto del Monasterio. Los huéspedes pueden participar en la Eucaristía y la oración litúrgica de la comunidad y conversar sobre temas espirituales o personales con las monjas.
La hospedería esta equipada con ascensor y consta de: